Agosto de 2021
Las autopistas nos permiten viajar más rápido, pero sus trazados nos impiden disfrutar de ciertos lugares. En Francia, siguiendo distintos listados del tipo Les plus beaux villages de france o Petites cités de caractère, o simplemente parando cuando lo que vemos por la ventanilla llama nuestra atención, podemos descubrir pequeñas localidades en relación a su tamaño. pero inmensas por su historia y patrimonio, tanto cultural como urbanístico.
Ambronay, pequeña comuna en torno a una abadía benedictina creada sobre el año 800. Hoy no residen monjes en ella, pero desde 1979 celebra anualmente un importante festival de música barroca.
Pleaux, hoy una pequeña comuna agrícola, en la que sus grandes casas de piedra, muchas de ellas fortificadas, narran un próspero pasado vinculado a La compañía de Chinchón.
Rocamadour, es hoy uno de los lugares más visitados de Francia, y aunque pueda discutirse si esta popularidad sea merecida o no, resulta innegable su singular ubicación. Nos trasladamos a la Edad Media y a la aparición del cuerpo momificado de un ermitaño, que pasaría a ser San Amadour, acrecentándose la popularidad de las pequeñas ermitas del lugar, llegando a erigirse hsta siete santuarios. Más allá de creencias y peregrinaciones, es su ubicación en una gran roca sobre el río Lot, lo que a día de hoy resulta a todos sus visitantes algo fascinante.
La pequeña comuna de Pujols, bastida sobre el río Lot, conserva su trazado medieval y parte de sus edificaciones de antaño, hoy obsoleta la necesidad defensiva, adaptadas a un uso residencial.
Por último, Saint-Justin, comuna en el departamento de las Landas, es hoy un lugar tranquilo, pero su trazado y su ubicación en un cruce de caminos y puerta de acceso a la región de Armagnac, tuvo una importante finalidad estratégica.