Septiembre de 2021
En el Valle de Manzanedo, a pocos kilometros de Villarcayo, en Burgos, el Monasterio de Santa María de Rioseco, sobre una elevación del terreno desde la que se escucha rugir el río Ebro.
Su primera edificación fue la iglesia románica del S. XIII, pero con el paso de los años fue ampliándose hasta alcanzar unas dimensiones que hoy sorprenden en un enclave muy poco habitado. A finales del S. XX se encontraba en un estado muy precario, pero gracias al trabajo de quienes se esfuerzan en recuperarlo, cada año nuevas parcelas de este lugar, que por si mismas y en su conjunto narran vivencias e historias escritas en un pasado ya lejano, vuelven a ver la luz. En este enlace su página web.