Enero de 2025
La principal actividad de Comillas hasta el s. XIX fue la pesca. La historia de esta localidad cambió de la mano de Antonio López y López. El más popular comillano nació en una familia humilde, a los 14 años marchó a Cuba, comenzó a trabajar en un almacén y su meteórica carrera hasta volver convertido en indiano de hilo de oro, pasó por crear empresas como la naviera Compañía Trasatlántica o el Banco Hispano Colonial. Todo ello aderezado con el tráfico de esclavos. Cuba se alzó contra el rey Alfonso XII, quien vio crecer su necesidad de barcos y dinero. Antonio puso ambos a disposición del monarca, y en 1878 se convirtió en el primer Marques de Comillas. A la vuelta de Cuba se asentó en Barcelona y entre sus allegados estuvieron la familia Güell, y por ende el modernismo catalán y un joven Antoni Gaudi. La impronta de este movimiento en el patrimonio arquitectónico de Comillas y su devenir en enclave turístico tuvo aquí su punto de partida.
Antiguo seminario y sede original de la Universidad Pontificia de Comillas.
La que fuera iglesia parroquial hasta el s. XVI, fue abandonada por las gentes de Comillas tras un incidente en el que el párroco se puso del lado del administrador del duque del Infantado. Hoy es el cementerio municipal, y entre sus múltiples esculturas, destaca un inmenso ángel exterminador sobre los muros de la antigua iglesia.
Palacio y capilla de Sobrellano.
Capricho de Gaudi, oficialmente la Villa Quijano.
En 1210 Alfonso VIII de Castilla otorgó el privilegio de villazgo a San Vicente de la Barquera, convirtiéndose en la última de las "Cuatro Villas de la Costa" tras Castro Urdiales, Santander y Laredo.
Esta ruta circular discurre por los acantilados de San Vicente de la Barquera con el mar Cantábrico a un lado y los Picos de Europa al otro.
La villa de Santillana del Mar (que paradójicamente está a unos 3 kilómetros de la línea de costa) fue declarada conjunto histórico-artístico en 1889. Sus calles empedradas, y edificios como la Colegiata de Santa Juliana o el Palacio de Velarde, mantienen el aspecto medieval de la villa. El 5 de enero 500 participantes dan vida a un auto sacramental y a la Cabalgata de Reyes.
Al norte de Santillana del Mar, la ermita de Santa Justa se esconde bajo la roca del acantilado. Sobre ella las ruinas de la Torre de San Telmo, y un poco más allá la playa de Tagle.
Por último, playas y acantilados en Suances.