Agosto de 2025
Hasta su conquista por el Imperio Romano, el territorio que hoy es Eslovenia, estuvo habitado por tribus ilirias y celtas. En el s. VI se asentarían aquí los eslavos, fundando el ducado de Carantania. Llegarían después el Imperio Carolingio, el Sacro Imperio Romano Germánico y el Imperio Austrohúngaro con el dominio de los Habsburgo. Depués de la Primera Guerra Mundial se integraría en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que se convertiría en Yugoslavia. Tras el enfrentamiento con el ejercito yugoslavo conocido como la Guerra de los Diez Días, en 1991 Eslovenia proclamó su independencia.
Ese pasado ligado al control del territorio ha dejado un importante legado de fortalezas, especialmente en la mitad este del país. La riqueza paisajística de la mitad oeste atesora espectaculares formaciones kársticas y las montañas de los Alpes Julianos.
Hace más de 400 años una vid fue plantada junto a las murallas de Máribor, hoy sigue viva y produce cerca de 50 kg de uva al año, lo que la convierte en la parra más longeva del mundo de la que hay registro.
Ptuj, con su castillo en lo alto sobre el río Drava, es la ciudad más antigua de Eslovenia. El Kurentovanje, su celebración del carnaval, ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Su personaje principal es el Kurent, quien con su vestimenta con pieles de animales y el sonido de sus cencerros representa la fertilidad, la alegría y la abundancia. Su innegable similitud con los joaldunak de Ituren y Zubieta, es compartida con otros carnavales de centroeuropa.
Celeia fue una prospera ciudad romana fundada en el s. I d.C., sus restos arqueológicos pueden verse in situ en el Museo Arqueológico de Celje, actual nombre de aquella ciudad. Algo más de 100 metros colina arriba otea el horizonte su fortaleza, dominando el transito por los valles de los ríos Savinja y Voglajna.
Ljubljana (Liubliana), la capital de Eslovenia, tiene sus orígenes en asentamientos lacustres con construcciones de palafitos de hace unos 4.000 años. En la zona que hoy ocupa su centro histórico los romanos (y con total certeza las romanas) fundaron la ciudad de Emona en torno al 14 d.C. El origen etimológico tiene una versión poética y otra más pragmática: el adjetivo esloveno “ljubljena”, que significa "amada", y el verbo protoeslavo "lublenь", relacionado con "inundar" o "fluir" y que da nombre al río Ljubljanica que pasa por ella.
Cuenta una leyenda que el griego Jason, lider de los argonautas, en su regreso con el vellocino de oro, encontró aquí un gran dragón, con el que a falta de otra cosa que hacer decidió luchar y al que por supuesto venció. Hoy el dragón esta sobre un castillo en el escudo de la ciudad y cuatro dan nombre a uno de sus puentes más celebres.
El Castillo de Liubliana alberga exposiciones como la del Museo de Marionetas.
El Castillo de Predjama debe su popularidad a su ubicación dentro de una inmensa oquedad en la roca de un acantilado. Pero también a la historia, retocada con toques románticos, de Erazem Predjamski (Erasmo de Predjama), quien tras un enfrentamiento con el emperador Federico III comenzó a robar a los ricos y a ayudar a los pobres, relato sospechosamente similar al del Robin Hood británico. Pasó un año y un día de asedio, en el que salía del castillo por conductos de la propia cueva para hacerse con víveres. Finalmente, un sirviente sobornado por las tropas de asedio avisó a estas con una vela encendida del momento en que Erasmo estaba en el lugar con un muro más débil, el retrete, y allí pereció bajo las rocas lanzadas por las catapultas.
Las Škocjanske jame (Cuevas de Škocjan) son un complejo kárstico situado al suroeste de Eslovenia, declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986. Desde el exterior son visibles dos grandes dolinas, una de ellas con 160 metros de profundidad. Esta ruta se adentra en la zona de estalactitas, estalagmitas y columnas; desciende a las grandes salas formadas por el agua por las que discurre el río Reka y que superan los 140 metros de altura; y regresa por el interior de las dolinas.
Un 80 % de los Alpes Julianos se extienden por el noroeste de Eslovenia, y una cuarta parte de esa zona queda protegida por el Parque Nacional del Triglav. El parque debe su nombre a la que con 2.864 metros es la cumbre más alta del país.
En esloveno planina significa "pradera alpina" o "pastizal de montaña". Esta ruta se adentra por los bosques del parque para llegar a la Planina pri Jezeru y la Planina Viševnik.
La imagen de Bled, una de las más icónicas de Eslovenia, está ligada a su lago de origen glaciar, su isla y su fortaleza.
A finales del mes de julio y principios de agosto se ha celebrado en Eslovenia un encuentro internacional de Citroën 2 CV (y algún otro invitado). Los kozolec son secaderos tradicionales de heno y forman parte del paisaje rural.
Al norte de Bled, esta ruta discurre por la Garganta de Vintgar junto al río Radovna, y regresa por la iglesia Sv. Katarina y a media ladera sobre las poblaciones de Zasip y Podhom.
Por último, ruta en moto por los Alpes Julianos pasando por: el lago Jasna a los pies de las montañas; la Capilla Rusa construida en madera en 1916, recuerda a los centenares de prisioneros rusos fallecidos bajo un alud mientras eran forzados a construir esta carretera con un total de cincuenta curvas de herradura; la base del Prisojnik o Prisank, con sus 2.547 metros y un túnel natural en su pared oeste; Vršič, el paso de montaña a 1.611 metros; la garganta del río Soča; y la cascada y el puente Mangart.
"Costa eslovena y Trieste" en agosto de 2023