Diciembre de 2022
São Tomé e Príncipe (Santo Tomé y Príncipe) es el segundo país más pequeño de África. La superficie de las dos islas principales, junto con otras de pequeño tamaño y algunos islotes, es equivalente a la de las islas de Menorca e Ibiza. Se ubica en el golfo de Guinea, sobre el ecuador y muy cerca del meridiano de Greenwich, por lo que oficiosamente se afirma que está en el centro del mapamundi. En realidad la costa sur de Ghana esta más cerca del punto 0º0'00.0"N 0º0'00.0"E, pero como país en su totalidad puede ser Sao Tomé e Príncipe el que este más cerca de ese simbólico centro.
Su accidentada orografía esta vinculada al origen volcánico de las islas, que tienen una gran biodiversidad de flora y aves, incluidas muchas especies endémicas. No hay rastros de presencia humana anteriores a la llegada de navegantes portugueses en 1470. Durante los siglos posteriores las islas serán gobernadas bajo el dominio de Portugal. En 1975, tras la "Revolución de los Claveles" en tierras lusas, la colonia se independizará adoptando el nombre de República Democrática de São Tomé e Príncipe.
Su clima tropical favoreció la introducción de cultivos que reportaban pingües beneficios a terratenientes portugueses, la caña de azúcar entre los siglos XVI y XVII y posteriormente el café y el cacao. A principios del s. XX llegó a ser el mayor exportador del fruto d´ouro (fruto de oro), como se denominaba al cacao por su color amarillo al madurar. La prosperidad de aquellas roças (plantaciones) estuvo vinculada a una climatología favorable y un fértil suelo volcánico, pero lamentablemente también al empleo de esclavos procedentes de Angola, Mozambique y Cabo Verde, en aquel momento colonias portuguesas. En la segunda mitad del s. XX el auge de otros productores de café y cacao, junto a las revueltas de trabajadores que en la práctica seguían bajo un régimen de esclavitud, llevaron al declive y abandono de estas producciones a gran escala. Hoy podemos encontrar roças que han sido transformadas en hoteles, en otras viven comunidades formadas por descendientes de quienes allí trabajaron y algunas han sucumbido al paso del tiempo y la falta de mantenimiento.
São Tomé es el nombre de la isla más grande y de la capital. En esta ciudad vive una cuarta parte de los algo más de 220.000 habitantes del país. Cuando la lluvia escampa las calles se llenan de gente, motos y carros.
En el Forte de São Sebastião se ubica desde la independencia del país el Museu Nacional de São Tomé e Príncipe, donde puede verse desde mobiliario empleado en las roças de la época colonial hasta fotografías y documentos históricos.
En la Roça Água-Izé se plantaron en 1822 las primeras semillas de cacao en Santo Tomé, hoy se mantiene una pequeña parte de esos cultivos por agricultores independientes. El fértil suelo volcánico junto al ambiente húmedo y cálido son ideales para el cacaotero, árbol que está en continua floración y da unos frutos de entre 15 y 30 cm que al madurar toman un color amarillo. Dentro del fruto puede llegar a haber hasta 70 semillas envueltas en una pulpa blanquecina. ¿Cómo se transforma ese fruto en el exquisito chocolate? Las semillas se dejan fermentar y después se secan al sol o en invernaderos. Posteriormente se tuestan, lo que potencia los sabores y aromas adquiridos durante la fermentación, y se eliminan la cáscara y otras impurezas. Por último las semillas se prensan obteniendo la parte grasa denominada "licor de chocolate", que mezclada con azúcar, leche, vainilla... da como resultado los distintos chocolates.
En esta roça parte de las antiguas instalaciones se emplean para proyectos relacionados con la conservación del medio ambiente y dar apoyo escolar. Otros edificios, como el que albergaba el hospital, se encuentran muy deteriorados.
La Boca do Inferno (Boca del Infierno) es una apertura creada por el mar a través de la roca volcánica. Una historia popular cuenta que el propietario de la Roça Água-Izé entraba en ella con su caballo y viajaba misteriosamente hasta Cascais en Portugal.
Fruta-pão (fruta pan) en Ribeira Alfonso.
Baobab y su fruto en Praia das Conchas.
También en Lagoa Azul los baobabs crecen junto al mar.
La Roça Diogo Vaz que mantiene activa la producción de cacao.
Memorial de la llegada de los primeros portugueses a la isla el 21 de diciembre de 1470.
En la Roça Monte Café se ha formado una cooperativa a través de la cual los pequeños productores locales pueden comercializar su café bajo una misma marca avalada con la certificación de agricultura ecológica. Parte de las antiguas instalaciones aun se mantienen en pie y en uno de los edificios se ha creado un pequeño museo.
Restaurante en la casa museo del poeta José de Almada Negreiros. Flor rosa de porcelana y fruto de la pitanga.
Un acuerdo suscrito con la empresa belga Agripalma ha permitido la deforestación de 5.000 hectáreas en el sur de la isla para la producción de aceite de palma.
Desde Porto Alegre puede cruzarse en barca al ilhéu das Rolas (islote de las tórtolas). Aquí se encuentra el oficioso centro del mapamundi, una inmensa cantidad de cocos y arenales como praia Café y praia Batería.
Desde el mismo Porto Alegre también se puede navegar en pequeñas barcas rodeando la costa sur. En esta zona vemos grandes rocas volcánicas en las que rompe el oleaje y playas como Inhame, Piscina y Jalé. En este caso el hombre que lleva la barca es del cercano pueblo de Vila Malanza, conocido por todos como Míster, cuatro veces bisabuelo.
Desde Vila Malanza, en una embarcación a remo, Míster se adentra por las aguas de los manglares. Los árboles que crecen aquí desprenden desde sus ramas raíces hacia el agua, formando una gran maraña.
El Pico Cão Grande (Pico Perro Grande) se eleva 300 metros sobre el terreno circundante lo que hace que sea visible desde distintos puntos de la isla y que su verticalidad resulte impacante. Desde aquí hay una gran perspectiva.
La Roça Agostinho Neto, renombrada así en homenaje al primer presidente de Angola tras su independencia.
En el Jardim Botânico do Bom Sucesso se encuentra una muestra de flores y plantas propias de Santo Tomé y Príncipe.
Desde el mismo jardín botánico se inicia un sendero que asciende, adentrándose en el Parque Natural Obô de São Tomé, hasta el cráter del volcán que originó la isla. La subida atraviesa un frondoso bosque y al llegar arriba encontramos lo que en apariencia podría ser un prado. Esa hierba nace en un manto de tierra que cubre un gran estanque de agua, por lo que al caminar sobre ella se mueve bajo nuestros pies. De aquí nacen la mayor parte de los ríos de la isla. El lugar se llama Lagoa Amélia por una historia según la cual una joven portuguesa de ese nombre desapareció aquí.
Unos 140 kilómetros hacia el norte se encuentra la isla de Príncipe. Prácticamente su mitad sur esta protegida dentro del Parque Natural Obô de Príncipe. Varias roças han sido transformadas en hoteles de lujo manteniendo el estilo y parte del mobiliario original.
Santo Antônio es la ciudad principal de la isla.
Otras pequeñas poblaciones de la isla...
En Príncipe solamente las carreteras en torno a Santo Antonio estan asfaltadas.
La Roça Belo Monte con su hotel y un interesante museo sobre la isla.
Cooperativa de valorização dos residuos Ilha do Príncipe en la Roça Porto-Real donde reutilizan el vidrio para hacer distintos abalorios.
Circunnavegación de la isla de Príncipe.
Por último, visita nocturna a praia Grande, lugar en el que entre los meses de noviembre y febrero, las tartarugas marinhas se acercan a cavar sus nidos en la arena y desovar en ellos los huevos, antes de volver al mar.